Dejamos el coche en las cercanías del pueblo de Peña, como la semana ha estado bastante lluviosa decidimos alcanzar el despoblado por la cañada real, ya que si ascendemos por la senda no sabemos qué barro nos encontraremos
Transcurridos tres cuartos de hora más o menos, divisamos el poblado encaramado en su escarpada loma.
Poco a poco le vamos dando la vuelta.
Antes de pasar bajo el arco de entra al poblado, cogeremos una senda que pasa bajo la torre y nos acerca al cementerio.
Que tiene la peculiariedad de albergar la tumba de un piloto inglés derribado en la Segunda Guerra mundial en tierras francesas.
En la puerta del cementerio nos encontramos con este buzón, ya que la cima del monte está en una finca particular y una verja nos prohíbe el paso.
Descendemos por el mismo camino y accedemos al poblado bajo el arco de la iglesia de San Martín de Tours.
Al comprobar que el barro es llevadero descendemos por la cara norte del poblado, que por una agradable senda nos acerca hacia la valla del coto de caza y ya por pista hasta el pueblo de Peña.