¡No nos lo podíamos creer, íbamos a tener un día sin niebla!
Hemos salido de casa envueltos en una espesa niebla y a la
altura de Azpiroz la cosa parecía que pintaba bien.
Ya solo quedan unas pequeñas nubes que nos tapa la cima de la impresionante pirámide del Balerdi.
Al acercarnos a su base vamos descubriendo diferentes
estelas y placas recordatorias de montañeros que han perdido la vida en sus
faldas.
Poco a poco vamos bordeándolo por su derecha y tras cruzar
una puerta metálica empezamos la subida hacia el collado.
Ya estamos en la sierra de Aralar, seguimos hacia la izquierda del collado buscando la arista que nos conducirá a la cima.
Ya divisamos la arista, objetivo casi cumplido.
La arista no presenta mocha dificultad a no ser que se tenga
vértigo. En días que la piedra este mojada o ande mocho viento creo que las
cosas cambiarían.
Por si no habríamos tenido bastante el descenso lo
realizamos alcorzando ladera abajo y entre patinazos y risas en una hora en el
coche.